El blog de desarrollo de software de Ivan Montilla.

NOTA IMPORTANTE: Esta entrada es opinión y, en cierta manera puede ser considerada opinión de ámbito político. En ningún caso espero que se esté de acuerdo conmigo.

NOTA Esta entrada viene a raíz de una conversación en Twitter entre Elisa, Javier y yo. Recomiendo leer la conversación completa.

Hace unos días afirmaba Elisa en Twitter que las pruebas técnicas deberían de pagarse por ser trabajo. A esta afirmación respondió Javier exponiendo su experiencia y opinión haciendo pruebas técnicas y bueno, pues yo he querido meterme también en el meollo exponiendo tanto mi experiencia como opinión. Sin embargo, dado que esta da para bastante más que un tweet, pues he decidido escribirla aquí.

Creo que es importante aclarar que Elisa es diseñadora gráfica mientras Javier y yo somos programadores debido a que el mercado es muy diferente y, por lo tanto, me atrevería a decir que las pruebas que solemos encontrarnos los programadores van a tener una condiciones muy diferentes a las que se suele encontrar un diseñador. Hablo de condiciones “laborales” en el contexto de la prueba, no del contenido de la misma, ya que es obvio que a un diseñador no vas a ponerle la misma prueba que a un programador.

Creo (y digo creo, porque desconozco por completo el mercado actual, tanto hacía programadores como diseñadores) que se podría decir que las condiciones para los diseñadores son peores que para los programadores.

El precio del tiempo

Javier dice que existen pruebas de unas pocas horas hasta otras pruebas que se pueden extender varios días y considera que las pruebas largas deben ser pagadas. Elisa afirma que nunca ha hecho una prueba que no sean mínimo cuatro días.

Personalmente, creo que el tiempo es algo muy valioso de una persona y me gustaría que todo el tiempo de una persona fuese pagado, pero la realidad no siempre es tan sencilla.

Coste de hacer las pruebas

Imaginemos que una empresa tiene un presupuesto de 100 ¤ al mes para pagar un nuevo empleado, empieza el proceso de selección y paga 10 ¤ a cada candidato, en la que se presentan 10 candidatos. El coste de este proceso (además del tiempo del personal que está entrevistando en vez de produciendo) sería de 10 ¤ por candidato x 10 candidatos = 100 ¤.

Esto podría suponer que no pueda incorporar al candidato elegido hasta un mes después de finalizar el proceso ya que no tendrían presupuesto para ello. En algunos casos, puede que incluso el candidato elegido hubiese preferido no cobrar por la prueba técnica y haber entrado a trabajar un mes antes.

Este coste tendría además un coste lineal por cada candidato extra presentado, pudiendo hacer inviable probar más de n candidatos y con ello, perjudicar a todos los que se han quedado fuera.

Con esto quiero llegar a la conclusión que, lo que en principio parece beneficiar al candidato, en algunos casos puede ser perjudicial para el mismo.

NOTA: Por favor, que nadie me diga que con 100 euros o dólares mensuales no se puede vivir. No he dicho euros en ningún momento, son unidades monetarias genéricas y utilizo números bajos para simplificar. Además el coste de vida es muy entre individuos y depende de las necesidades específicas de cada uno.

Mi experiencia haciendo pruebas técnicas

Personalmente no he hecho muchas pruebas técnicas y, las que he hecho, han sido cortas.

La prueba más larga que hice tardé aproximadamente unas seis horas en hacerla y fue para la agencia de viajes Destinia (fui contratado, aunque no pasé el periodo de prueba y duré algo menos de dos meses).

Cuando hice las pruebas no me sentí en ningún momento “explotado”, hice ejercicios de clase con una duración bastante más alta y, en el peor de los casos, la prueba me habría servido para aprender, por lo que siempre me los he tomado como tal, como un ejercicio más.

También he de decir que cuando hice las pruebas apenas tenía experiencia (Destinia fue mi primer empleo), por lo que esa sensación en aquel momento tenía sentido. Hoy en cambio, las verías como una parte más del proceso de selección y valoraría si me interesaría hacerla en base a si hacer la prueba sale a cuenta a cambio del puesto que se ofrece (normalmente sí, ya que en caso de que no saliese a cuenta sería por otros motivos, raro sería que el motivo para descartar un puesto sea la prueba).

Libertad contractual

Algo importante a destacar es que la prueba técnica es en realidad un contrato entre dos partes y como tal, una parte se compromete a hacer algo similar a lo que haría en el trabajo y la otra parte se compromete a evaluar sus capacidades a través de esta prueba.

Como cualquier otro contrato, este puede llevar todo tipo de cláusulas diferentes:

  • El candidato podrá o no utilizar como portfolio lo hecho en la prueba.
  • La empresa pagará o no al candidato por la realización de la prueba.
  • El candidato pagará o no a la empresa por la realización de la prueba.
  • La empresa podrá o no utilizar el contenido hecho por el candidato en la prueba.
  • etc. etc.

La libertad de las partes de introducir o excluir las cláusulas que determinen así como la obligación de todas las partes del cumplimiento de estas es algo esencial para que el mercado funcione.

¿Utilizar el material de la prueba?

Dejando de lado el hecho de que esto debería de determinarse antes de la realización de la pruebo y, desconociendo otros sectores, lo cierto es que en el mío la utilización por parte de la empresa es algo muy complicado.

Por lo general, el código que un programador escribirá irá condicionado por el código existente del proyecto y sus APIs, que irá conociendo a medida este se integre en el equipo y que, salvo caso muy raros y muy bien documentos, no utilizará en una prueba técnica.

Por otra parte, si la prueba consiste en realizar un pequeño software desde cero, poca cosa útil se puede hacer durante el tiempo que dura una prueba, haciendo inviable que la empresa pueda utilizarlo para nada.

Por supuesto, entiendo que esto no tiene porque ser aplicable a otros sectores, no sé como funcionan las pruebas técnicas en el sector del diseño gráfico, que es el sector al que pertenece Elisa.

Conclusión

La conclusión de todo esto es que no puede decirse que las pruebas deben de pagarse sí o sí, o que no deben de pagarse nunca. Depende del contexto sobre el que se realice la prueba.

En cualquier caso, espero que nunca se legisle para obligar a las empresas a tener que pagar las pruebas técnicas a los candidatos, porque esto además de que puede hacer daño tanto a las empresas como a los candidatos, se trata de reprimir la libertad contractual (ya bastante reprimida) haciendo el mercado laboral cada vez más inflexible.