El blog de desarrollo de software de Ivan Montilla.

Ayer hice una encuesta en Twitter preguntando si pensáis que existe una burbuja en el sector del desarrollo de software. Si eliminamos la opción de "Ver respuestas", los resultados han sido los siguientes:

Porcentaje Opcion
42,3% Sí, pero no ha explotado
26,3% Sí, y está explotando
31,3% No

(Nota: Debido a que Twitter no me permite ver el número exacto de votos a cada opción, el porcentaje no es realmente exacto).


Yo me incorporé al mercado laboral en este sector hace aproximadamente seis años. Por aquel entonces, en España, una persona con seis años de experiencia cobraba entre 30.000 € y 35.000 €. Hoy, con los mismos años de experiencia, a mí –que no me encuentro en búsqueda activa de empleo, y por lo tanto he realizado muy pocos procesos– me han hecho una oferta formal de 45.000 €. En cuanto los mensajes que me envían reclutadores a diario en LinkedIn, aunque esto no sea una oferta formal, aquellos que han hecho pública la banda salarial, esta ronda también los 40.000 €.

Es bastante obvio que, en los últimos años, los salarios en este sector han estado subiendo, y ello ha hecho que el último año se haya empezado a hablar de una burbuja en el sector.

También han aparecido noticias de despidos masivos de programadores en empresas tecnológicas. En una conversación con un compañero de trabajo, afirmó que lo que está ocurriendo es que la burbuja ha comenzado a estallar.

Sé que se lleva hablando de ello desde hace ya un año aproximadamente, pero este blog no es un diario de actualidad.

Para saber si hay una burbuja en el sector, primero tenemos que entender que es una burbuja económica.

¿Qué es una burbuja económica?

Si hay algo que me apasione casi tanto como la informática, es la economía y los sistemas ferroviarios.

Este es un blog especializado en el desarrollo de software, por lo que no sé si alguna vez hablaré de trenes aquí, pero debido a que el desarrollo de software es una actividad económica, me vais a aguantar explayándome sobre economía en más de una entrada.

Una burbuja se da cuando muchos actores deciden comprar el mismo producto o servicio (programadores, en este caso) de forma masiva, haciendo por lo tanto que el precio suba desorbitadamente. El motivo tal vez sea porque prevén que su precio subirá y podrán vender más caro haciendo grandes beneficios, o tal vez sea porque creen que aquello que compran lo van a necesitar para tener una posición en el mercado, por ejemplo, un sitio web.

Sin embargo, para que se dé una burbuja, no sólo es necesario que haya una compra masiva del mismo producto, si no que, en la práctica, esta sea artificial y sin generar valor.

Un buen ejemplo de esto fue la burbuja inmobiliaria de 2008, aparecieron cientos de nuevas constructoras, estas construían edificios inútiles que vendían a inversores que compraban con la intención de venderlos más adelante a mayor precio. Este aumento de la demanda de inmuebles hizo a su vez aumentar la demanda del personal de la construcción, haciendo subir los salarios de estos. Cuando nos dimos cuenta de que estos edificios no eran útiles, cientos de constructoras quebraron, gran parte del personal de construcción se quedó desempleado, y los que mantuvieron su puesto, vieron disminuir su salario a niveles anteriores del inicio de la burbuja. Este fenómeno fue agravado debido a los altos niveles de endeudamiento fruto de una falsificación de tipos de interés, aunque esto ya escapa del ámbito de esta entrada.

¿Está pasando algo así en el sector del desarrollo de software?

Decir que hay una burbuja en el sector implicaría por lo tanto afirmar que hay una alta demanda de programadores, que esta alta demanda sube los salarios de estos, pero que están dedicándose a desarrollar software de nulo valor, por lo que llegará un momento en el que cuando el mercado se percate de esto, y se revertirá la situación.

Para determinar si está ocurriendo algo así en este sector, es necesario determinar primero si las empresas que demandan programadores, lo hacen para desarrollar software que sea útil y aporte valor, o si por el contrario están desarrollando software inútil por otros motivos.

Dado que el valor de cualquier bien es subjetivo –y el software no es una excepción–, esto no es fácil de determinar, pero nos podemos hacer una idea si analizamos qué necesidades resuelven estas aplicaciones.

Para una empresa que ofrece servicios financieros, disponer de una aplicación para que sus clientes puedan consultar y manipular sus servicios, parece que será algo útil y valioso, dado que resuelve a estos clientes una necesidad. En cambio, una red social destinada exclusivamente a runners, pero que no tiene una gran aceptación entre estos, ya que prefieren utilizar Facebook en su lugar, tal vez sea prescindible, pues no resuelve ninguna necesidad.

Sería ingenuo afirmar que esta demanda de programadores para productos inútiles no existe, yo mismo he trabajado en dos startups que han quebrado porque el producto desarrollado no tenía valor para prácticamente nadie.

Sin embargo, lo que es más complicado de afirmar, es si el desarrollo de estos productos inútiles es realmente determinante como para decir que el salario de los programadores es artificialmente alto. Hay que tener en cuenta que también hay mucho programador trabajando en productos que realmente aportan valor. Yo estoy escribiendo esta entrada en Microsoft Word, una aplicación que ha aportado valor a millones de personas. Microsoft Office ha aportado tanto valor, que es de hecho una de las principales líneas de negocio de Microsoft, junto con Microsoft Azure.

En conclusión, es difícil afirmar que hay una burbuja en el sector.

¿Y los despidos masivos?

Es completamente cierto que grandes empresas como Netflix, Coinbase o Meta han empezado a despedir muchos programadores y detener procesos de selección de nuevos programadores, pero… ¿significa esto que está explotando la burbuja de programadores?

Primero de todo, analicemos que función desempeña el software en las empresas.

Muchas empresas desarrollan (o compran) software que utilizan ellas de forma interna para gestionarse a sí mismas y automatizar algunos procesos. Por poner un ejemplo, yo mismo trabajo en un operador de telecomunicaciones, donde el software que estoy desarrollando es utilizado únicamente de forma interna para la gestión de la empresa.

Esto significa, que el software, para la gran mayoría de empresas, no es un fin, si no un medio con el que alcanzar sus objetivos. Quizás para Microsoft, desarrollar Office sí sea un fin, pero para el bufete de abogados que utiliza Word para escribir sus informes, está claro que Word no es un fin, si no que es un medio que utilizan para cumplir sus objetivos.

Muchas empresas como Coinbase o Netflix han tenido problemas financieros por motivos ajenos al software.

Sin embargo, aunque el motivo de los despidos de estas grandes empresas no estén directamente provocados por el software ni por los altos salarios de los programados, esto no implica que la bajada de la demanda de programadores de estas empresas no pueda acabar traduciéndose en una bajada de salarios de programadores en el mercado. Esto último dependerá de hasta qué punto las posiciones de posiciones de estas empresas representan un alto nivel de la demanda de programadores.